Magnetismo personal
Dr. Arnold Krumm Heller
¡Cuántas veces en el transcurso del día oímos frases como éstas:
“¡Pero si yo conocí a ese hombre cuando era don Nadie! Estoy seguro de que es un ignorante y sin embargo le han dado ese puesto tan prominente.
No me lo explico.”
“¡Pero si fulano no tenía una peseta! Lo conocí cuando no tenía ropa que ponerse y hoy es millonario. No me lo explico.”
“¡Pero si la fulana no es bonita ni tiene dote y sin embargo se casa con ese hombre tan rico!” Etc., etc.
¿Dónde está el enigma? El enigma está en el magnetismo personal que es hoy un factor importantísimo en la vida.
Lo que ha logrado Pedro con su magnetismo, que lo obtuvo por nacimiento o lo adquirió desarrollándolo, lo puede lograr Juan si se somete a las prácticas ocultas.
Esas prácticas las enseñan las escuelas esotéricas.
Magnetismo es una fuerza inmensa y grandiosa que decide la suerte de los seres humanos.
Si Ud uno ha podido imponerse ante las personas con que ha tenido trato; si no logró Ud vencer a su competidor en la horrible lucha de la vida la causa es que el otro tenía magnetismo personal y Ud no.
La lucha hoy es más fuerte que antes. Los artículos de consumo más caros, las exigencias sociales más tenaces y la competencia más fuerte.
Hace años se solicitaban empleados para tal o cual puesto y el trabajo sobraba. Hoy día basta que se trasluzca que hay una vacante, para que miles de aspirantes se ofrezcan, a cuál más barato y por fin muchas veces no se lleva el nombramiento el más apto y el que pedía menos, sino uno que sabía menos y exige más, pero que tenía magnetismo personal.
El magnetismo personal es una fuerza oculta que está latente en nosotros. Sólo falta despertarla. Lo que ocurre con la posición social lo vemos con la salud. Fulano enferma y rápidamente mejora, mientras a otro una indisposición cualquiera le hace faltar semanas enteras a su trabajo. Es que el primero tenía fuerza vital propia, que vencía el mal, mientras el segundo no.
Fuerza vital no es otra cosa que fuerza magnética. Logrando desarrollarla no solo adquirimos poder sobre nuestras propias enfermedades sino que, cuando otros enferman, basta con que les pongamos la mano sobre la cabeza para que se sientan invadidos por una emanación, por un calor misterioso que les hace sanar bajo la influencia de nuestra mano magnética.
Personas con fuerza magnética son siempre ricas, poderosas. El magnetismo vence y suple a las demás cualidades. Fijémonos en el cine o en el teatro. Hay indudablemente positivas bellezas entre las estrellas de
cine; pero todos conocemos a miles y miles más hermosas que van de taquígrafas a ganar un sueldo miserable. Y es que la belleza no basta. Se requiere magnetismo personal. Lo mismo pasa con las artistas de teatro. Yo he visto muchas veces a la Sara Bernhardt. Era una gran trágica, sin duda alguna, pero ha habido otras tan excelentes como ella en su arte y sin embargo no triunfaron. Es que el la Bernhardt había lo que no tenían las otras: magnetismo personal.
Tener fuerza magnética es poseer una clave grandiosa, un “ábrete sésamo” para todas las situaciones de la vida. El magnetismo personal es el que logra que al empleado le suban el sueldo, y al principal que sus empleados le sirvan puntualmente. El magnetismo personal obra dentro del hombre dándole fe en sí mismo; y
exteriormente inspirando confianza a los demás.
Con el magnetismo personal se logra segurísimamente posición, éxito, fama, honores, riqueza, amistades y amores.
El que no esté conforme por hallarse en el nivel que se halla, que no espere un momento; que haga ejercicios ocultos y se le abrirán nuevos horizontes. Yo le ayudo.
En la prensa diaria se ven frecuentemente, y sobre todo por parte de los norteamericanos, anuncios que ofrecen dar poder oculto a quien lo desee. Eso es una estafa. Cada persona es diferente, requiere distintos
medios o métodos y sólo los que trabajan como yo individualmente, íntimamente, sin cartas impresas o circulares hechas a miles, obtendrá resultado.
Escribidme hoy mismo los que queráis adquirir ese poder decisivo que lleváis oculto y que no podéis desarrollar por vosotros mismos.
Escribidme comunicándome fecha y hora de nacimiento y yo, teniendo en cuenta vuestro estado particular, idiosincrasia, peculiaridades y situaciones, os daré lecciones personales, poniendo a vuestro servicio mi enorme y vastísima experiencia. Vuestro éxito será seguro.
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