miércoles, 1 de diciembre de 2010

EL HOMBRE DE AYER Y EL DE HOY

FRATERNITAS ROSICRUCIANA ANTIQUA
EL HOMBRE DE AYER Y EL DE HOY
Dr. Arnold Krumm Heller


Siempre que hablamos de la Epífisis o Glándula Pineal y la describimos fisiológicamente como tal ojo atrofiado, aunque muy
manifiesto en los lacértidos, decimos que es un órgano, mediante el cual la humanidad anterior disfrutó de su sexto sentido que ha de despertarse nuevamente en el hombre...

Algunos se preguntaron el porqué de esta atrofia a través de los siglos, suponiendo que el hombre de hoy sea como el de ayer y
que el de ayer tuviera la misma disposición física y dureza que el de hoy. Ignoran por consecuencia cuál ha sido la evolución de toda la humanidad hasta conseguir el tipo de hombre actual, consistente y animalizado.

Esto demuestra que no han leído nuestras obras. Ya en "Logos, Mantram, Magia" decíamos a este respecto, que el feto mismo, dentro del vientre materno va atravesando en su evolución, durante el período genésico, por la misma evolución que atravesó la humanidad durante siglos. . . Con este motivo hemos recordado un curioso; fenómeno que se experimentaba entre los Atlantes, o más bien una facultad de la que disponían, por medio de la cual les era posible alargar un órgano cualquiera...

Este mismo fenómeno aún existe hoy reducido al miembro viril. Histológicamente nos es conocido un tejido eréctil, lleno de mallas y de vasos sanguíneos, los cuales se llenan del rojo líquido impulsivo logrando de este modo la erección. Tenemos pues en nuestro cuerpo órganos compuestos de este tejido cuajados de filetes nerviosos que proceden del gran simpático, pero aún con la congestión de la sangre no nos explicamos dichos fenómenos cuya causa tiene que ser más profunda. Claro está que no debe ser otra que la degeneración que han experimentado esos órganos eréctiles a través de las edades.

En la época Atlante, todos los órganos y miembros estaban compuestos de este tejido eréctil y por este motivo tenían la facultad de alargarse...

Pero hoy se requiere un estado psíquico especial para lograr esa misma erección. En aquellos tiempos ese estado de voluptuosidad era perpetuo y constante y solo vuelve a conseguirse en el transcurso del camino iniciático.

Steiner, hablando de ese tema por sus visiones astrales, cuenta que en la época Lémur, los fenómenos de nutrición y respiración se efectuaban de un modo muy distinto. Ellos nutríanse con una especie de semen líquido, cristalino o substancia solar, que exigía su propia constitución. Además, los pulmones no estaban igualmente organizados como los de ahora para respirar aire ni la
disposición óptica era la misma. Por eso en el Libro de los Muertos y en la Biblia se habla de que tales o cuales acontecimientos sucedieron desde la tarde o desde la noche al día, para significar que en el despertar de la especie hubo un silencio o un sopor anterior.
. .
Por eso, cada pueblo, al constituirse las distintas razas,han conservado una característica distinta y dentro de ella es como se debe progresar. Los japoneses, en la guerra ruso-japonesa, dieron pruebas de un adelanto considerable, pero debemos considerar que era ficticio y de nada les ha servido. Cada vez que un pueblo opera algo basándose en las características de otro extraño, de nada le sirve personal ni colectivamente. Eso nos pasa a nosotros con las filosofías hindúes. Nos son extrañas, son de otra raza y no pueden aprovecharnos. Mientras que nuestro deber estriba en sacar los tesoros escondidos en el Cristianismo que es la ruta adecuada que nos legaron para nuestro provecho y evolución.

Cristo nació como hombre después de haber atravesado muchas encarnaciones precisas extrayendo de cada etapa de la vida lo MÁS ESENCIAL para ir purificándose. Pero en la última llegó a tal grado, al abandonar su cuerpo físico, que podía vivir sin él, como los antiguos gnósticos. Así sucedió en el momento de ser bautizado por Juan en el Jordán, pues la cualidad no le fue otorgada hasta que no sostuvo las pruebas iniciáticas de Egipto.

Refiriéndose a él mismo, es decir, a la substancia en él, decía:

Y ESTARÉ CON VOSOTROS HASTA LA CONSUMACIÓN DE LOS SIGLOS, después de haber manifestado que ANTES DEL PADRE ABRAHAM, ERA ÉL. Pero en medio de ambos conceptos, había dicho también: YO SOY EL
MEDIADOR.

Por eso, nosotros, los Rosa-Cruz Gnósticos, no podemos quedarnos tan solo con el Cristo histórico, como hace la Iglesia Católica a fuerza de bonita leyenda. Para nosotros es el CRISTO CÓSMICO, la Substancia Solar, la Luz Genésica primitiva, el Semen de Luz, divino y radiante, que en todo es VIDA, LUZ, CALOR.

Los rayos solares son, diríamos, idénticos en substancia con nuestro cuerpo astral. Por eso a ambos se les da el nombre de MEDIADOR. El cuerpo astral tiene como esencia la Luz Astral. Por eso las plantas, a causa de estar bañadas por el sol, conservan un cuerpo astral que es el que las impulsa a crecer, a desarrollarse, a dar flores y frutos. Luego en la semilla queda esa misma substancia solar - Substancia Crística - que es la que la obliga a reproducirse del mismo modo pujante. Al cuerpo astral se le ha llamado también el cuerpo del deseo y realmente la planta "desea" recibir el sol y nutrirse de la tierra donde brota su YO colectivo.

Una excepción es el muérdago por ser planta parásita. Como no se nutre de la tierra, sino que brota en el tronco de otro árbol para chuparle el jugo calcáreo, los videntes observan en ella como una especie de astral animal. Por eso esta planta debe mezclarse mucho con otras plantas para procurar remedios.

Ya que antes mencionamos a Egipto, vamos a recordar que la época de las pirámides de las iniciaciones egipcias es un hecho histórico-biológico que ahora se repite. Todos los hombres que hoy figuran intelectualmente en una posición elevada como son los grandes pintores, músicos, artistas eminentes de otras ramas y filósofos tuvieron en su última encarnación un papel que esempeñar en el pueblo egipcio y ahora están actuando de nuevo.

Esto lo prueba el creciente interés por el ocultismo. En aquella época era imposible división entre religión y ciencia.

Hoy existen todavía científicos incrédulos. Peor para ellos... Para Pitágoras no fueron jamás las Matemáticas ciencias bstractas, sino que, al igual que la música, una ciencia que encerraba un mundo de armonías como suprema manifestación de la Divinidad. Offmann, Bulwer-Lytton, Edgar Poe, poetas, ocultistas, etc., tuvieron también sus manifestaciones de este otro mundo de armonías. Sobre todo este último que a través de un delirio, hizo brotar de su pluma aquella rima selecta a las Campanas strales..., Campanas de Oro, de Plata y de Bronce y Hierro.

Pero todo ha de sacarlo a la luz el Ocultismo en manos de los Rosa-Cruz. Rudolf Steiner, en sus conferencias del año 1.908,dijo que el Rosacrucismo pertenece al porvenir. Que éste y no la Teosofía tendría la misión de unir la religión y la ciencia, pues
la Teosofía solo era una parte integrante de aquél.

Nosotros estamos de acuerdo con el maestro a sabiendas que el Rosacrucismo ya va alzando su mano por encima de todo para decirle al mundo que un nuevo alborear apunta por Oriente...

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